MAAP #225: Carbono en la Amazonía (parte 4): Áreas protegidas y territorios Indígenas

Figura 1. Cambio total de carbono amazónico sobre el suelo, áreas protegidas y territorios Indígenas 2013-2022. Datos: Planet, ACA/MAAP.

Continuamos nuestra serie sobre el carbono en la Amazonía.

En la parte 1 (MAAP #215) introducimos los nuevos datos (Planet’s Forest Carbon Diligence) con estimaciones de la densidad de carbono por encima del suelo con una resolución sin precedentes de 30 metros, entre el 2013 y 2022. En la parte 2 (MAAP #217) destacamos qué partes de la Amazonía albergan actualmente los mayores niveles (picos) de carbono. En la parte 3 (MAAP #220) mostramos casos clave de pérdida (deforestación) y ganancia de carbono en la Amazonía.

Uno de los principales hallazgos de esta serie es que la Amazonía se tambalea entre ser la fuente y el sumidero de carbono. Es decir, históricamente la Amazonía ha funcionado como un sumidero crítico, ya que sus bosques acumulan carbono si no se alteran. Sin embargo, en relación con la línea de base del 2013, la Amazonía pasó a ser una fuente de carbono durante las temporadas de alta deforestación, sequía e incendios del 2015-2017. Luego, se recuperó como sumidero de carbono en el 2022.

Aquí, en la parte 4, nos centramos en la importancia del carbono sobre el suelo en las áreas protegidas y los territorios Indígenas, que en conjunto cubren el 49.5% (414.9 millones de hectáreas) del bioma amazónico (ver la Figura 1).

Encontramos que, a partir del 2022, las áreas protegidas y los territorios indígenas amazónicos contenían 34.100 millones de toneladas métricas de carbono sobre el suelo (el 60% del total de la Amazonía). Y lo que es más importante, en los diez años transcurridos entre 2013 y 2022, funcionaron como un sumidero de carbono significativo, ganando 257 millones de toneladas métricas.

Con estos datos, también podemos analizar el carbono sobre el suelo para cada área protegida y territorio Indígena, individualmente. Por ejemplo, la Figura 1 ilustra la pérdida frente a la ganancia de carbono de cada área protegida y territorio indígena durante el periodo de 10 años entre 2013 y 2022 (ver los detalles a continuación).

A continuación, explicamos e ilustramos las principales conclusiones.

Resultados a escala amazónica y nacional

Las áreas protegidas amazónicas y los territorios Indígenas cubren actualmente casi la mitad (49.5%) del bioma amazónico, pero contienen el 60% del carbono sobre el suelo. En conjunto, contenían 34.100 millones de toneladas métricas de carbono sobre el suelo en el 2022, y aumentaron 257 millones de toneladas métricas desde el 2013, funcionando así como sumidero de carbono (Figura 2).1,2 

Por el contrario, las zonas situadas fuera de las áreas protegidas y los territorios Indígenas (424 millones de hectáreas) contenían 22.600 millones de toneladas métricas de carbono sobre el suelo en el 2022, y perdieron 255 millones de toneladas métricas desde 2013, por lo que funcionaban como una fuente de carbono.

Así, la función de sumidero de carbono de las áreas protegidas y territorios Indígenas compensa por poco las emisiones en el resto de la Amazonía.

Destacamos que las áreas protegidas y los territorios Indígenas funcionaron como un sumidero de carbono significativo (p-valor = 0,01), mientras que las áreas exteriores no fueron una fuente significativa (p-valor= 0,15).

En cuanto a los resultados por países, las áreas protegidas y los territorios Indígenas fueron importantes sumideros de carbono en Colombia, Brasil, Surinam y la Guayana Francesa (Guyana aumentó carbono pero no de forma significativa). Por el contrario, fueron importantes fuentes de carbono en Bolivia y Venezuela (Perú y Ecuador perdieron carbono pero no de forma significativa).

Figura 2. Carbono sobre el suelo Amazónico 2013-2022, dentro y fuera de áreas protegidas y territorios Indígenas. Datos: Planet, ACA/MAAP.

Resultados para cada área protegida y territorio Indígena

La Figura 1 (ver más arriba) ilustra la pérdida total de carbono sobre el suelo frente a la ganancia para cada área protegida y territorio Indígena durante el periodo de 10 años entre el 2013 y 2022.

En general, encontramos 1,103 áreas que sirvieron como sumideros de carbono significativos (verde oscuro) durante este período (238 áreas protegidas y 865 territorios indígenas). Estas áreas se concentran en el norte y centro de la Amazonía. Vea en el anexo 1 la lista de áreas específicas que fueron sumideros significativos de carbono.

Es importante señalar que las presiones de deforestación amenazan actualmente a varios de estos importantes sumideros de carbono, como el Parque Nacional Chiribiquete y la Reserva Indígena Nukak-Maku en Colombia, el Parque Nacional Sierra del Divisor en Perú y el Parque Nacional Canaima en Venezuela.

Por el contrario, encontramos 1,439 áreas (156 áreas protegidas y 1,283 territorios indígenas) que sirvieron como fuentes significativas de carbono. Es importante señalar que algunas áreas con poca deforestación documentada, como el Parque Nacional Alto Purús en Perú, pueden tener pérdidas de carbono por causas naturales.

Figura 3. Niveles totales de carbono sobre el suelo en cada área protegida y territorio indígena. Datos: Planet, ACA/MAAP.

La Figura 3 muestra la panorama más reciente de los niveles totales de carbono sobre el suelo en cada área protegida y territorio indígena.

Presenta los datos del 2022 categorizados en tres grupos: Alto, Medio y Bajo. Note que los totales de carbono más elevados (más de 330 millones de toneladas métricas) se concentran en las grandes áreas designadas del norte de la Amazonía.

Se puede considerar que estas áreas de carbono Alto y Medio tienen el mayor valor de conservación en términos de carbono total.

Vea el Anexo 1 para las áreas específicas con los niveles más altos de carbono a partir del 2022.

 

 

 

 

 

 

Figura 4. Densidad de carbono sobre el suelo en cada área protegida y territorio indígena (2022). Datos: Planeta, ACA/MAAP

Por último, la Figura 4 también muestra los datos más recientes (2022) en cada área protegida y territorio Indígena, pero estandarizados por área (carbono sobre el suelo/hectárea).

Note que los totales de carbono más elevados (más de 50 toneladas métricas por hectárea) se concentran de forma más uniforme en la Amazonía.

Se puede considerar que estas áreas de carbono Alto y Medio tienen el mayor valor de conservación de carbono por hectárea.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Implicaciones en políticas:
Desbloquear el valor climático de las áreas protegidas y los territorios Indígenas de la Amazonia

Las políticas y el financiamiento para los bosques tropicales como solución climática se han enfocado en gran medida en la reducción de las emisiones debidas a la deforestación y la degradación forestal (REDD+). Estos esfuerzos han logrado importantes avances en la ralentización y orientación del financiamiento para hacer frente a la pérdida de bosques, especialmente en las regiones de alta deforestación. Sin embargo, este énfasis en las emisiones evitadas pasa por alto un componente crítico del ciclo global del carbono: la función de sumidero de carbono de los bosques tropicales intactos y maduros que, según este análisis basado en los datos de Planet’s Forest Carbon Diligence, es medible y significativo.

Esta omisión deja un importante flujo en el sistema de carbono, el secuestro de carbono en los bosques antiguos, fuera del alcance de los incentivos de mercado u otros incentivos existentes. Además, muchos de estos bosques que absorben carbono ya se encuentran en áreas protegidas y territorios Indígenas. Estas áreas son reconocidas globalmente por su importancia para la conservación de la biodiversidad y por la gestión que realizan los pueblos indígenas y las comunidades locales.

A medida que la atención mundial se centra cada vez más en las estrategias de ingeniería para la eliminación del carbono, como la BECCS (bioenergía con captura y almacenamiento de carbono) y la captura directa del aire, urge reconocer que los bosques amazónicos ya desempeñan esta función de forma natural y a gran escala. Sin embargo, el valor de las áreas protegidas y los territorios indígenas como potentes sumideros de carbono no se monetiza ni se recompensa en los marcos actuales, a menos que puedan demostrar que están amenazados por la deforestación o la degradación para acceder al financiamiento de REDD+. Una excepción emergente es la Iniciativa de Inversión en Bosques de Alta Integridad (HIFOR, por sus siglas en inglés) que reconoce el valor del secuestro de carbono en los bosques antiguos, pero no genera créditos comercializables por cada tonelada absorbida.5 El Fondo de Bosques Tropicales para Siempre (TFFF, por sus siglas en inglés) propuesto por Brasil para su adopción en la COP 30, también recompensaría a los países forestales con una tasa de aproximadamente $4.00 dólares anuales por cada hectárea de bosque tropical que protejan, independientemente de si están amenazados.6

Hasta la fecha, sin embargo, las áreas protegidas y los territorios indígenas, a pesar de su demostrada contribución al clima, carecen a menudo del apoyo financiero necesario para garantizar su eficacia y resiliencia a largo plazo. Como resultado, a menudo se enfrentan a un crónico financiamiento insuficiente7, limitando su eficacia y resiliencia a largo plazo. La innovación en políticas es necesaria para cerrar esta brecha e integrar la función de sumidero de carbono de los bosques maduros en los mecanismos de financiamiento de la protección forestal. De este modo, se crearían incentivos significativos para la gestión continuada y a largo plazo de estos ecosistemas ricos en carbono y se garantizaría que una de las soluciones climáticas naturales más eficaces del planeta reciba la atención y los recursos que merece.

Anexo 1

Las áreas específicas que fueron sumideros de carbono significativo incluyen:

En Perú, los Parques Nacionales Otishi, Sierra del Divisor, Güeppí-Sekime y Yaguas, las Reservas Nacionales Matsés, y Pucacuro, la Reserva Comunal Ashaninka, y el Área de Conservación Regional Cordillera Escalera y Alto Nanay- Pintuyacu Chambira, las Reservas Indígenas Matses, Pampa Hermosa, y Yavarí – Tapiche, y la Reserva Territorial Kugapakori, Nahua, Nanti.

En Colombia, los Parques Nacionales Amacayacu, Chiribiquete, Cahuinari, Río Puro y Yaigoje Apaporis, Reserva Natural de Nukak, la Reserva Forestal del Amazonas y la Reserva Indígena de Putumayo y Nukak-Maku, Yaigoje Río Apaporis y Vaupes.

En Brasil, los Parques Nacionales Amacayacu, Chiribiquete, Cahuinari, Río Puro y Yaigoje Apaporis, Reserva Natural Nukak, Reserva Forestal del Amazonas y Reserva Indígena Putumayo y Nukak-Maku, Yaigoje Río Apaporis y Vaupes en Colombia; Parques Nacionales de Campos Amazónicos, Juruena, Mapinguari, Nascentes do Lago Jari, Serra do Divisor y Montanhas do Tumucumaque, Bosques Nacionales de Amanã, Aripuanã, Crepori, Tapajós y Tefé en Brasil, Bosques Nacionales de Itaituba y Jatuarana y Territorios Indígenas de Alto Río Negro, Baú, Aripuanã, Aripuanã, Apyterewa, Mundurucu y Vale do Javari.

El Territorio Indígena Achuar y Zona Intangible Tagaeri – Taromenane en Ecuador; la Reserva Nacional Manuripi Heath y Reservas Indígenas Takana, Takana II y Yuracare en Bolivia; las Reservas Naturales de Surinam Central y Sipaliwini en Surinam; Parque Nacional Canaima en Venezuela; y Parque Nacional Parc Amazonien de Guyane en la Guayana Francesa.

Las zonas específicas con los niveles más altos de carbono, a partir del 2022, incluyen:

Los Parques Nacionales Alto Purús, Manu, Sierra del Divisor y Cordillera Azul en Perú; el Parque Nacional Chiribiquete en Colombia; los Parques Nacionales Montanhas do Tumucumaque, Pico da Neblina, Jaú y Juruena y los Territorios Indígenas Yanomami, Menkragnoti, Kayapó, Mundurucu y Vale do Javari en Brasil; los Parques Nacionales Caura y Canaima en Venezuela; y los Parque Nacional Parc Amazonien de Guyane en la Guayana Francesa.

Metodología

Analizamos Planet Forest Carbon Diligence, un nuevo conjunto de datos de última generación de la empresa Planet, basado en satélites, que presenta una serie temporal histórica de 10 años (2013 – 2022) con estimaciones de pared a pared de la densidad de carbono sobre el suelo con 30 metros de resolución.3,4

Una advertencia destacable de estos datos es que no distinguen entre la pérdida de carbono sobre el suelo por causas naturales y antropogénicas, por lo que es necesario incorporar información adicional para comprender el contexto de cada zona.

A partir de estos datos, se estimaron los valores anuales de carbono sobre el suelo en las áreas protegidas amazónicas y territorios indígenas para obtener una serie temporal del 2013-2022. Además, se utilizó la prueba de Mann-Kendall para analizar las tendencias en las series de tiempo generadas.

Nuestra fuente de datos para áreas protegidas y territorios indígenas proviene de RAISG (Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferenciada), un consorcio de organizaciones civiles de los países amazónicos. Esta fuente (consultada en diciembre de 2024) contiene datos espaciales de 5943 áreas protegidas y territorios indígenas, que cubren 414.9 millones de hectáreas en toda la Amazonía.

Determinamos que muchas de estas áreas (4000) no incluían metadatos de fecha de creación, lo que impedía cualquier control de series de tiempo para esa variable. En su lugar, utilizamos la extensión más actual de las áreas protegidas y los territorios indígenas como aproximación a los que existían entre 2013 y 2022.

Hubo un solapamiento sustancial entre las áreas protegidas y los territorios indígenas, pero lo tuvimos en cuenta para evitar el doble recuento de las áreas solapadas.

Los valores de carbono sobre el suelo de las áreas protegidas y los territorios indígenas se calcularon por país y luego se sumaron en toda la Amazonía.

Las áreas restantes se combinaron en la categoría de «Fuera de áreas protegidas y territorios indígenas» y también se calcularon para cada país y se sumaron en toda la Amazonía.

Nuestro ámbito geográfico para la Amazonía es un híbrido diseñado para una máxima inclusión: límite biogeográfico (según la definición de RAISG) para todos los países, excepto para Bolivia y Perú, donde utilizamos el límite de la cuenca hidrográfica, y Brasil, donde utilizamos el límite legal de la Amazonía. Nuestro estimado de superficie para esta definición del bioma amazónico es de 839,2 millones de hectáreas.

Notas

1 Desglosando los resultados por categoría, las áreas protegidas contenían casi 21.100 millones de toneladas métricas de carbono en la superficie en 2022, lo que supone un aumento de más de 204 millones de toneladas métricas desde el 2013, mientras que los territorios indígenas contenían más de 16.800 millones de toneladas métricas de carbono en la superficie en el 2022, lo que supone un aumento de más de 132 millones de toneladas métricas desde el 2013. Note que las áreas protegidas y los territorios indígenas se solapan en muchas zonas.

2 Estandarizando por superficie (es decir, calculando los resultados por hectárea), las áreas protegidas y los territorios indígenas contenían 82,2 toneladas métricas de carbono sobre el suelo por hectárea en 2022, lo que supone un aumento neto de 0,6 toneladas métricas por hectárea desde el 2013. Por el contrario, las áreas fuera de las áreas protegidas y los territorios indígenas contenían 53,2 toneladas métricas de carbono sobre el suelo por hectárea en el 2022, perdiendo 0,6 toneladas métricas netas por hectárea desde 2013.

3 Anderson C (2024) Forest Carbon Diligence: Breaking Down the Validation and Intercomparison Report. https://www.planet.com/pulse/forest-carbon-diligence-breaking-down-the-validation-and-intercomparison-report/

4 En cuanto a las limitaciones de los datos de Planet’s Forest Carbon Diligence, Duncanson et al (2025) escribieron recientemente una carta en Science centrada en la resolución espacial de los mapas de carbono forestal. Dada la limitación natural del tamaño de un árbol, discuten el reto de la validación a nivel de píxel por debajo de 5 metros para el monitoreo del carbono forestal. Los autores afirman que la resolución espacial debería superar como mínimo el diámetro de la copa de un árbol grande típico, que supone unos 20 metros para los bosques tropicales. En este sentido, el producto de 30 metros supera esta limitación.

Duncanson et al (2025) Spatial resolution for forest carbon maps. Science 387: 370-71.

5 WCS High Integrity Forest Investment Initiative (HIFOR): The Science Basis

6 https://www.bloomberg.com/news/newsletters/2025-04-04/too-big-to-fell-brazil-takes-trees-to-wall-street?cmpid=BBD040425_GR

7 UNEP-WCMC, IUCN, and NGS. (2022). Protected Planet Report 2022. Cambridge, UK: UNEP-WCMC.

Agradecimientos

Gracias a un generoso acuerdo de intercambio de información con la empresa de satélites Planet, obtuvimos acceso a estos datos en todo el bioma amazónico para el análisis presentado en esta serie.

Agradecemos a los colegas de las siguientes organizaciones sus útiles comentarios sobre este reporte: Planet, Conservación Amazónica – ACCA, Conservación Amazónica -ACEAA, Gaia Amazonas, Ecociencia e Instituto del Bien Común.

Agradecemos especialmente a los colegas de Conservación Amazónica – ACCA por su ayuda con el análisis de datos de 10 años.

Este informe ha sido posible gracias al generoso apoyo de la Agencia Noruega de Cooperación para el Desarrollo (NORAD).

Cita

Finer M, Castillo H, Mamani N (2025) Carbon in the Amazon (part 4): Protected Areas & Indigenous Territories. MAAP: 225.

MAAP #224: Deforestación Ilegal en la Amazonía Colombiana – Parque Nacional Chiribiquete y Resguardo Indígena Llanos del Yarí – Yaguará II

Gráfico 1. Deforestación en la Amazonía colombiana, 2013-2024. Datos: IDEAM, UMD/GFW

El ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia anunció recientemente que, después de que el país experimentara en 2023 su deforestación más baja en más de 20 años, la tala de bosques aumentó un 35% en 2024 (Gráfico 1).1 Además, el ministerio informó de un aumento de la tala de tamaño medio, lo que indica operaciones relativamente organizadas y financiadas.

En los últimos 10 años, el 60% de la deforestación nacional ha ocurrido en la Amazonía colombiana. Como indica el Gráfico 1, hubo un gran aumento en el 2017 tras los acuerdos de paz con el grupo guerrillero FARC, y una disminución posterior en 2022 y 2023.2 Las estimaciones iniciales indican un aumento para el 2024 .3 En general, ha habido casi 1 200 000 hectáreas de deforestación en toda la Amazonía colombiana en los últimos 10 años.

La deforestación en Colombia es ilegal y es considerada un delito (Ley 2111 de 2021), especialmente en áreas protegidas nacionales y Resguardos Indígenas.

Mapa base: Área focal del informe. Datos: ACA/MAAP, FCDS.

En el presente reporte, destacamos la reciente deforestación del 2024-25 en dos áreas clave en el núcleo de la Amazonía colombiana: El Parque Nacional Natural Serranía de Chiribiquete y el Resguardo Indígena Llanos del Yarí – Yaguará II. Vea el Mapa Base para el contexto.

Estas zonas se ven afectadas por varias presiones de deforestación, como la expansión de caminos e infraestructura vial, la ganadería extensiva, la expansión de los pastizales, el acaparamiento de tierras y cultivos ilícitos (coca). Estas presiones a menudo interactúan, ya que los caminos de acceso facilitan la ganadería y la expansión de pastos, y a su vez facilitan el acaparamiento de tierras.

Estos impulsores (drivers) han llevado a la deforestación de más de 7,100 hectáreas en el Parque Nacional Natural Serranía de Chiribiquete desde su más reciente ampliación en el 2018 (ver Anexo 1).

Recientemente, estimamos la deforestación de 525 hectáreas en el Parque Nacional Natural Serranía de Chiribiquete (concentradas en el sector norte) durante 2024-25, más 856 hectáreas adicionales en el Resguardo Indígena Llanos del Yarí – Yaguará II (ver Mapa Base). Note que la mayor parte de la deforestación se da por las vías de acceso.

A continuación, mostramos los casos clave y  recientes de deforestación en ambas áreas, resaltando el papel de las vías de acceso como facilitadoras de la actividad ilegal. Estos estudios de caso incluyen imágenes satelitales y fotografías de sobrevuelos.

Cualquier deforestación en estas zonas es digna de mención no sólo por su impacto en los bosques primarios, la biodiversidad y los grupos Indígenas, sino también en las reservas de carbono. En nuestro siguiente informe revelaremos que el Parque Nacional Natural Serranía de Chiribiquete es uno de los sumideros de carbono más importantes y significativos de la Amazonía.

Este reporte se realizó en colaboración con nuestro socio colombiano, la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible (FCDS) y con el apoyo financiero de la Fundación Overbrook.

Casos de Deforestación Ilegal

Zoom 1. Parque Nacional Chiribiquete. Datos: ACA/MAAP, FCDS.

Parque Nacional Chiribiquete: Sector el Camuya

El Zoom 1 muestra la deforestación de 198 hectáreas durante el 2024 y principios del 2025 (indicada con círculos rojos), a lo largo de la carretera Tunia-Ajaju en el sector noroeste del Parque Nacional Natural Serranía de Chiribiquete.

Esta carretera se adentra 45.3 kilómetros en el parque.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Foto 1A. Datos: FCDS.

En enero del 2025, la FCDS sobrevoló a baja altitud sobre este sector (vea las fotos 1A-C).

Estas fotos son un nivel añadido de resolución espacial y perspectiva, proporcionando una mayor comprensión de la causa de la reciente deforestación.

La Foto 1A destaca la deforestación asociada a la apertura de caminos de acceso al parque.

 

 

 

 

 

 

Foto 1B. Datos: FCDS.

Las Fotos 1B-C muestran más claramente la deforestación reciente para la expansión de la frontera agrícola.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Foto 1C. Datos: FCDS.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Zoom 2. Parque Nacional Chiribiquete. Datos: ACA/MAAP, FCDS.

Parque Nacional Chiribiquete: Sector El Palmar

El Zoom 2 muestra la deforestación de 179 hectáreas durante el 2024 y principios del 2025 (indicada por círculos rojos) a lo largo del camino Cachicamo-Tunia en el sector norte del parque nacional natural Serranía de Chiribiquete.

Este camino se extiende 21 kilómetros dentro del parque.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Zoom 3. Parque Nacional Chiribiquete. Datos: ACA/MAAP, FCDS.

Parque Nacional Chiribiquete: Sector Norte

El Zoom 3 muestra la deforestación de 148 hectáreas durante el 2024 y principios del 2025 (indicada por círculos rojos) a lo largo (o cerca) de nuevos caminos de acceso en el sector noreste del parque nacional natural Serranía de Chiribiquete.

Estimamos la construcción de 15.2 kilómetros dentro del parque durante este período (también indicado por círculos rojos).

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Zoom 4. Resguardo Indígena Yarí – Yaguará II. Datos: ACA/MAAP, FCDS.

Resguardo Indígena Yarí – Yaguará II

El Zoom 4 muestra una deforestación significativa de 1 070 hectáreas durante el 2024 y principios del 2025 a lo largo (o cerca) de un nuevo camino ilegal en la parte norte de la Resguardo Indígena Yarí – Yaguará II.

Este camino se extiende 22 kilómetros al interior de la Resguardo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Foto 4D. Datos: FCDS.

En enero del 2025, la FCDS sobrevoló a baja altitud en esta zona, confirmando y documentando los nuevos parches de deforestación (vea las fotos 4D-E).

Como se mencionó anteriormente, estas fotos son un nivel añadido de resolución espacial y perspectiva, proporcionando una mayor comprensión de la causa de la reciente deforestación.

Las fotos 4D-E indican la expansión de las actividades agrícolas y ganaderas.

 

 

 

 

 

 

Foto 4E. Datos: FCDS.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Implicaciones políticas

La reciente deforestación en áreas protegidas y Resguardos Indígenas descrita anteriormente destaca varias necesidades políticas clave:

  • Fortalecimiento de los procesos de investigación relacionados con el cumplimiento de la ley en los principales drivers de la deforestación, donde es necesaria la sinergia entre los diversos actores para implementar acciones más integrales que minimicen los impactos negativos en la Amazonía.
  • Reducir la deforestación y el impacto en los bosques debe ser parte de los acuerdos para el cese de hostilidades y el desescalamiento del conflicto entre el gobierno nacional y los grupos armados.
  • Monitorear y regular la inversión pública de todos los niveles de gobierno para reducir los incentivos públicos hacia la expansión de la ganadería como driver de la deforestación.

Anexo 1.

Anexo 1. Datos: FCDS.

Notes

1 Griffin, O (2025) Colombia deforestation rose 35% in 2024, minister says

https://www.reuters.com/business/environment/colombia-deforestation-rose-35-2024-minister-says-2025-02-20/

2 Based on data from Colombia’s Institute of Hydrology, Meteorology and Environmental Studies (Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales – IDEAM), a government agency of the Ministry of Environment and Sustainable Development.

3 Based on data from the University of Maryland/Global Forest Watch.

Agradecimientos

Este informe se realizó en colaboración con nuestro socio colombiano, la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible (FCDS), y con el apoyo financiero de la Fundación Overbrook.

MAAP # 223: Incremento de concesiones mineras ponen en riesgo Áreas Protegidas y Reservas Indígenas en la Amazonía peruana

Mapa Base. Concesiones mineras superpuestas en la Amazonia Peruana.

El presente reporte analiza la problemática de la superposición de concesiones mineras con áreas protegidas, comunidades nativas, reservas territoriales e indígenas, así como en cuerpos de agua en la Amazonía peruana. 

La actividad minera en estas zonas sensibles puede desencadenar una serie de impactos negativos, como la deforestación de bosques primarios y la contaminación de fuentes de agua.

En total, se documentaron 799 concesiones mineras conflictivas en la Amazonía peruana, con una superposición de 158,580 hectáreas (ver Mapa Base). 

La gran mayoría (712 o 89%) de las concesiones mineras conflictivas se superponen con comunidades nativas, cubriendo 151,682 ha (ver Anexo 1).

43 concesiones mineras tienen más del 60% de su superficie en cuerpos de agua, cubriendo 4,163 ha, incumpliendo el Decreto Supremo 1100 que establece restricciones para la actividad minera en estas zonas.

39 concesiones mineras se superponen con áreas naturales protegidas, cubriendo 2,735 ha.

Finalmente, 5 concesiones mineras (738 ha) se superponen con una Reservas Indígena, lo que implica un riesgo directo para los derechos de los pueblos indígenas en aislamiento voluntario y contacto inicial (PIACI).

Las regiones con mayor número de concesiones mineras conflictivas son Madre de Dios (452), Amazonas (73) , y Loreto y San Martín (50). Ver Anexo 2 para los datos para cada región.

 

 

Casos Destacados de superposición

Caso A: Área Natural Protegida  

La Figura 1 muestra la superposición de concesiones mineras con el sector noroeste de la Reserva Comunal El Sira (región Huánuco), el mismo que ya ha presentado presencia de minería ilegal en el pasado. (MAAP#45).

Figura 1. Caso Área Natural Protegida. Datos: Planet, Geocatmin y Sernanp.

Caso B: Reserva Indígena  

La Figura 2 muestra la superposición de concesiones mineras con la Reserva Indígena Kakataibo, ubicada en la región Huánuco. Cabe enfatizar que las Reservas Territoriales y Reservas Indígenas en el Perú son territorios intangibles delimitados por el Estado a favor de los PIACI donde actualmente la legislación peruana prohíbe realizar cualquier actividad distinta a la de los usos y costumbres ancestrales de los pueblos indígenas.

Figura 2: Caso Reserva Indígena. Datos Planet, Geocatmin y Sernanp.

Caso C: Cuerpos de agua 

La Figura 3 muestra la superposición de concesiones mineras con el río Santiago (en el límite entre las regiones Loreto y Amazonas) donde se logra apreciar que más del 60% de la superficie de la concesión minera es cuerpo de agua, resaltando el incumplimiento del Decreto Supremo 1100 (ver sección sobre Marco Legal) y los posibles impactos sobre la calidad de agua y la biodiversidad acuática del lugar.

Figura 3: Caso Cuerpos de agua. Datos Planet, Geocatmin e IGN.

Caso D: Comunidades Nativas

La Figura 4 muestra la superposición de concesiones mineras con las comunidades nativas de San José de Karene (42.68 %) y Puerto Luz (3.25 %), que se encuentran en la Zona de Amortiguamiento de la Reserva Comunal Amarakaeri, en la región Madre de Dios.

Figura 4: Caso Comunidades Indígenas. Datos Planet, Geocatmin e IGN.

Caso E: Operaciones en concesiones mineras en trámite  

En el siguiente ejemplo se aprecia el avance de la minería ilegal en la Comunidad Nativa San Luis de Chinchihuani, en la zona de amortiguamiento de la Reserva Comunal El Sira, provincia de Constitución, región Pasco. Este año se otorgaron concesiones mineras a trámite, sin la aprobación de REINFO ni algún otro instrumento relacionado a la formalización de la actividad minera. En lo que va del año, se aprecia el avance de más de 40 ha deforestadas por la minería (Figura 5).

Figura 5. Minería de oro al interior de concesiones mineras en estado de trámite la Comunidad Nativa San Luis de Chinchihuani

Incremento en concesiones mineras en trámite

En la Figura 6 se evidencia el aumento de las concesiones mineras que se encuentran en proceso de trámite durante los últimos tres años (2022 – 2024). Este aumento ha sido especialmente alto en las regiones Amazonas, Loreto, Ucayali, Huánuco, San Martín, Madre de Dios, Cusco y Puno.

Los datos presentados corresponden a los registros de concesiones mineras que gestiona el INGEMMET a octubre del 2024 a través del GEOCATMIN.

Figura 6. Número de concesiones mineras en trámite entre el 2020 y octubre del 2024. Fuente: GEOCATMIN-INGEMMET

 

Marco Legal y Prácticas mineras en la Amazonía peruana

La Ley de Áreas Naturales Protegidas, Ley N° 26834 prohíbe la minería en las áreas categorizadas de uso indirecto. Por el contrario, en las áreas de uso directo, como las Reservas Comunales de Amarakaeri y El Sira, se permite el desarrollo de actividades mineras, siempre que sea compatible con los objetivos de conservación del área natural protegida. Por tanto, las concesiones mineras que se superponen a áreas naturales protegidas, requieren de una resolución de compatibilidad ambiental otorgada por SERNANP, esta se otorga cuando la actividad minera cumple con los objetivos de protección de la biodiversidad; así como la identidad natural y cultural asociada a las comunidades. Caso contrario, la actividad minera sería considerada ilegal.

Por otro lado, la existencia de concesiones mineras preexistentes a la creación de áreas naturales protegidas ha generado conflictos, puesto que las concesiones deben compatibilizar las actividades mineras con los objetivos del área natural protegida a la cual se superponen.

Por su parte, la Ley de Recursos Hídricos, Ley N° 29338 establece un marco general hacia la gestión sostenible del agua para lograr su conservación y calidad ambiental, para lo cual se deben considerar los aspectos socioculturales, ambientales y económicos. En ese sentido, en el ámbito de la minería ilegal, el Decreto Legislativo N° 1100 , prohíbe expresamente el desarrollo de minería en todos los cursos de agua, incluyendo ríos, lagos, lagunas, cochas, espejos de agua, humedales y aguajales. En consecuencia, ambas normativas buscan garantizar la protección de los cuerpos de agua a nivel nacional. 

Finalmente, es importante señalar que se configura como delito de minería ilegal realizar actividades mineras sin la autorización de la entidad administrativa competente, específicamente cuando causen daño ambiental y afecten áreas prohibidas, el delito contempla como agravante realizar actividad minera en las zonas prohibidas mencionadas en el presente MAAP. En otras palabras, aquellas personas cuyo derecho minero se encuentra en trámite y se encuentra realizando actividad minera, están cometiendo un delito, puesto que aún no cuentan con el permiso correspondiente.

 

Anexo 1

Anexo 1. Superposición de concesiones mineras en áreas protegidas del Perú.

Anexo 2

Cita

Huamán B, Sáenz E, Novoa S, Rojas T & Finer, M (2024) Incremento de concesiones mineras ponen en riesgo Áreas Protegidas y Reservas Indígenas en la Amazonia Peruana. MAAP: 223.

MAAP #222: Colonias Menonitas continúan gran deforestación en la Amazonía peruana

Mapa Base. Colonias Menonitas en la Amazonía Peruana. Datos: ACA/MAAP.

En una serie de reportes, hemos demostrado que los Menonitas se han convertido en una de las principales causas de la deforestación a gran escala en la Amazonía peruana.

Los Menonitas, un grupo religioso mundial que se remonta a los años 1600, a menudo requieren grandes extensiones de tierra para mantener su característica actividad agrícola industrializada. A medida que dichas tierras se han vuelto escasas en otras partes de América Latina, nuevas colonias menonitas comenzaron a aparecer en la Amazonía peruana desde el 2017.

En octubre del 2019, informamos por primera vez de la deforestación de 2,500 hectáreas en tres colonias (Masisea, Vanderland y Osterreich; MAAP #112). Un año después, en octubre del 2020, esta deforestación aumentó a 3,440 hectáreas (MAAP #127).

A finales del 2021, aparecieron dos nuevas colonias (Providencia y Chipiar) y la deforestación total alcanzó las 3,968 hectáreas (MAAP #149).

La deforestación en las cinco colonias aumentó a 4 819 hectáreas para octubre del 2022 (MAAP #166) y luego a 7,032 hectáreas para agosto del 2023 (MAAP #188).

En el presente reporte, reportamos nuestros hallazgos más actuales, mostrando que la deforestación en las cinco colonias ahora ha aumentado a 8,660 hectáreas, a octubre del 2024.

A continuación, ilustramos el aumento de la deforestación Menonita en los últimos ocho años y mostramos el patrón en cada colonia con imágenes de satélite.

Además, cada vez hay más pruebas de que esta deforestación masiva es ilegal, con numerosas investigaciones en curso por parte del gobierno peruano (vea el Resumen Legal, más abajo).

 

Gráfico 1 Deforestación causada por menonitas en la Amazonía peruana del 2017 al 2024. Datos: ACA/MAAP.

La creciente deforestación de los Menonitas

 

El Gráfico 1 ilustra este rápido aumento de la deforestación menonita en la Amazonía peruana, de cero en el 2017 a 8,660 hectáreas en el 2024.

Es la evidencia más clara hasta el momento de que las autoridades necesitan una estrategia más eficaz para evitar que la deforestación siga aumentando.

 

 

 

 

 

 

Deforestación en Colonias Menonitas (Amazonía Peruana)

Colonia Chipiar

Figura 1. Deforestación en la colonia Menonita de Chipiar. Datos: ACA/MAAP, Planet.

Esta colonia se ubica a ambos lados de la frontera en las regiones Ucayali y Loreto, originándose en el distrito de Padre Márquez del lado loretano.

Es la colonia más nueva, donde la deforestación se inició en el 2020.

Esta deforestación se intensificó en el 2021, alcanzó su punto máximo en el 2022 y continúa expandiéndose en el 2023 y 2024.

En total, documentamos la deforestación de 2,708 hectáreas en la colonia Chipiar desde el 2020.

 

 

 

 

 

 

 

 

Colonias Vanderland, Osterreich y Providencia

Figura 2. Deforestación en la colonia Menonitas de Vanderland, Osterreich y Providencia. Datos: ACA/MAAP, Planet

Estas tres colonias se ubican cerca del poblado de Tierra Blanca, en la región Loreto.

En total, hemos documentado la deforestación de 4,824 hectáreas desde el 2017.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Colonia Masisea

Figura 3. Deforestación en la colonia Menonita de Masisea. Datos: ACA/MAAP, Planet.

Esta colonia, ubicada en la región de Ucayali, fue la primera en establecerse en Perú (2017) y fue ocupada por colonos que llegaron desde Bolivia.

Se ha documentado la deforestación de 963 hectáreas en la colonia Masisea desde 2017.

La deforestación fue más intensa entre 2017 y 2019, con una pequeña expansión entre 2022 y 2024.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Resumen Legal

En el MAAP #188 se detallan las acciones legales realizadas por parte del Estado. La Fiscalía Especializada en Materia Ambiental (FEMA)1 realiza investigaciones en curso contra las colonias Menonitas: Colonias de Tierra Blanca, Chipiar y Menonitas Masisea, siendo esta el caso más avanzado por ser acusados de delitos contra los bosques y relacionados. Por otro lado, Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (SERFOR) ha recibido cinco denuncias por actividades de deforestación sin autorizaciones para el desbosque, las cuales han sido derivadas a las entidades competentes. Asimismo, mediante un proceso judicial, ante la Segunda Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior de Justicia de Ucayali ratificó la suspensión de actividades depredatorias de desbosque y tala por parte de la colonia en julio del 2023.

Desde el mes de agosto de 2024, la Gerencia Regional Forestal y de Fauna Silvestre de Ucayali – GERFFS, especialmente la dirección de Tala Ilegal, se encuentra coordinando acciones de priorización del presente caso con más actores competentes como la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental – FEMA y la Policía Nacional del Perú – PNP.

El 11 de octubre de 2024, se firmó el «Acuerdo por los Bosques» entre el gobierno central y las regiones amazónicas, incluyendo Ucayali. Este acuerdo busca implementar efectivamente la Estrategia Nacional de Lucha contra la Tala Ilegal, que fue establecida en 2021​. Este pacto representa una colaboración sin precedentes para fortalecer la vigilancia y el control forestal, toda vez que se utilizarán tecnologías avanzadas (como el monitoreo satelital), para detectar y prevenir la tala ilegal. Asimismo, se establecerán mecanismos para asegurar que los productos madereros provengan de fuentes legales. La iniciativa también enfatiza la importancia de promover un mercado forestal transparente y sostenible.

La firma de este acuerdo es un paso decisivo para enfrentar los desafíos ambientales en la región (tala ilegal, la minería ilegal y la expansión agrícola). Además, busca involucrar a diversos actores, incluyendo comunidades indígenas y el sector privado, en la protección así como la gestión sostenible de los bosques.

El «Acuerdo por los Bosques» es relevante pues, se implementa de manera efectiva, podría contribuir a limitar la deforestación relacionada con actividades agrícolas y ganaderas, que son típicas en las colonias menonitas. Además, el acuerdo destaca la necesidad de promover el uso sostenible de los recursos forestales, lo que podría afectar la forma en que estas comunidades operan en el futuro.

Las Fiscalías Especializadas en Materia Ambiental fueron creadas para prevenir e investigar los delitos en materia ambiental, de manera que estas se desarrollen de forma dinámica y eficiente.

2 La Gerencia Regional Forestal y de Fauna Silvestre de Ucayali – GERFFS forma parte del Gobierno Regional de Ucayali, es una institución encargada de evaluar, verificar y autorizar el aprovechamiento legal y sostenible de los recursos forestales y de fauna silvestre. Forma parte de la Mesa Regional de Control y Vigilancia Forestal y de Fauna Silvestre en la región de Ucayali, encargada de la priorización de casos para coordinar acciones conjuntas.

Fuentes:

https://www.gacetaucayalina.com/2024/10/regiones-amazonicas-y-gobierno-central-firmaran-historico-acuerdo-contra-la-tala-ilegal.html

https://www.gacetaucayalina.com/2024/10/gobierno-y-regiones-firman-acuerdo-contra-la-tala-ilegal.html

Cita

Finer M, Mamani N, Ariñez A (2024) Colonias Menonitas continúan gran deforestación en la Amazonía peruana. MAAP: 222.

MAAP #221: Minería ilegal en áreas naturales protegidas de la Amazonía ecuatoriana

Mapa Base. Áreas protegidas en la Amazonía ecuatoriana amenazadas por minería.

En una serie de reportes anteriores advertimos sobre el surgimiento y expansión de la deforestación minera en la Amazonía ecuatoriana (MAAP #151, MAAP #172, MAAP 182, MAAP #219).

La minería ilegal en Ecuador tiene la habilidad de operar en zonas alejadas y de difícil acceso, como áreas naturales protegidas.

Además, la proximidad de esta actividad a las fronteras con Colombia y Perú facilita flujos transfronterizos esenciales para el comercio de oro.

En el presente reporte, analizamos las cuatro áreas naturales protegidas en la Amazonía ecuatoriana que se encuentran amenazadas por actividades mineras: los Parques Nacionales Podocarpus y Sumaco Napo-Galeras, la Reserva Ecológica Cofán Bermejo, y el Refugio de Vida Silvestre El Zarza.

En el Podocarpus la actividad minera se desarrolla en lo profundo del parque.

Para las otras tres áreas (Sumaco Napo-Galeras, Cofán Bermejo, y El Zarza), las actividades mineras no reguladas en sus zonas de amortiguamiento ingresan paulatinamente en sus límites.

A continuación, presentamos el análisis conciso de estas cuatro áreas protegidas afectadas, con imágenes satelitales de alta resolución.

 

 

 

Parque Nacional Podocarpus

Analizamos las actividades de minería ilegal a lo largo del río Loyola dentro del Parque Nacional Podocarpus. El primer monitoreo que hicimos en julio de 2023 reveló un impacto minero de 22 hectáreas. En septiembre de 2024, el impacto minero ha aumentado a 50 hectáreas (es decir, 28 hectáreas adicionales), lo que resulta en un crecimiento de 125% entre 2023 y 2024 (Figura 1).

Figura 1. Deforestación minera a orillas del río Loyola al interior del Parque Nacional Podocarpus, julio 2023 (panel izq) vs agosto 2024 (panel der).
Figura 1a. Imagen Skysat de deforestación minera del río Loyola al interior del Parque Nacional Podocarpus,

Además, se utilizó una imagen de muy alta resolución (SkySat, 0.50 metros) del 25 de marzo 2024, para visualizar con mayor detalle la dinámica de la minería y su impacto en los bosques nativos del área natural de protección.

Podemos distinguir que la minería ha aumentado considerablemente, ocasionando que el río Loyola cambie su cauce, asimismo se evidencia la pérdida de los bosques nativos, lo que produce una fragmentación a los ecosistemas adyacentes.

 

 

 

 

 

 

 

 

Parque Nacional Sumaco Napo – Galeras

Hemos realizado un monitoreo continuo sobre el avance de la minería irregular en la cuenca hidrográfica del río Punino (MAAP #151, MAAP #219) y su avance hacia los límites del Parque Nacional Sumaco Napo-Galeras. En mayo 2024 se registró el ingreso de las actividades mineras al límite del Parque Nacional Sumaco Napo-Galeras.

Entre septiembre de 2022 y agosto de 2024 se estimaron 142 hectáreas de avance de minería en la zona de amortiguamiento, de los cuales 0.32 hectáreas afectadas por actividad minera se localizaron al interior de los límites del Parque Nacional (Figura 2).

Figura 2. Deforestación minera en el Parque Nacional Sumaco Napo-Galeras, septiembre 2022 (panel izq) vs agosto 2024 (panel der).

Reserva Ecológica Cofán Bermejo

En el MAAP #186 mostramos cómo las actividades mineras irregulares a orillas del río Bermeja amenazan los límites de la Reserva Ecológica Cofán Bermejo en el norte de la Amazonía ecuatoriana. En esta zona se registró un avance total de minería de 337 hectáreas durante el período febrero de 2020 a septiembre de 2024, de los cuales se estimaron que 1.05 hectáreas se encuentran dentro del límite de la Reserva Ecológica Cofán Bermejo (Figura 3).

Figura 3. Deforestación minera en la Reserva Ecológica Cofán Bermejo, feb 2020 (panel izq) vs sept 2024 (panel der).

Refugio de Vida Silvestre El Zarza

En la zona de amortiguamiento del Refugio de Vida Silvestre El Zarza, se evidencian actividades mineras a orillas del río Zarza, límite del área protegida. No se ha identificado minería dentro del límite del Refugio de Vida Silvestre El Zarza hasta la fecha, sin embargo, se contabilizan 33 hectáreas de actividad minera en su zona de amortiguamiento. La Figura 4 muestra la actividad minera en la zona en septiembre de 2022 y su evolución hasta agosto de 2024.

Figura 4. Deforestación minera en la zona de amortiguamiento del Refugio de Vida Silvestre el Zarza, septiembre 2022 (panel izq) vs agosto 2024 (panel der).

Agradecimientos

Este informe es parte de una serie enfocada en la Amazonía ecuatoriana a través de una colaboración estratégica entre las organizaciones Fundación EcoCiencia y Amazon Conservation, con el apoyo de la Agencia Noruega de Cooperación para el Desarrollo (Norad).

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